sábado, 19 de octubre de 2013

NUESTRA MISIÓN

SER FORMAR VERDADEROS DISCÍPULOS DE CRISTO ES NUESTRO FIN, NUESTRO FIN PRINCIPAL, esta frase carismática repetida por nuestros Fundadores es el objetivo y la meta de toda nuestra acción apostólica. Nuestro nombre HERMANAS DEL ÁNGEL DE LA GUARDA, ha conformado desde los orígenes nuestro modo de ser y hacer, pues en el nombre está contenido el estilo y el modo de llevar a cabo de nuestra misión.

El carisma que nos ha sido transmitido “hacer verdaderos discípulos de Cristo”, interpretado a la luz de los signos de los tiempos, se cumple en todas las generaciones de Hermanas del Ángel de la Guarda, a través de la educación, las misiones y el cuidado de los enfermos, con preferencia en aquellos sectores de la sociedad que tengan mayor necesidad. Art. 67 de Const.
El nombre de Hermanas del Ángel de la Guarda, es símbolo y programa de nuestro modo de ser y ha de reflejarse en las tareas apostólicas. Como los Ángeles, a los que la Escritura muestra con una misión de salvación, nosotras hemos de estar prontas para cumplir la voluntad de Dios, en actitud de servicio, disponibles para el anuncio del Reino.
En la misión que realizamos las hermanas junto con los laicos, tratamos de ser ángeles humanizadores de la historia, que guían, cuidan y acompañan a los seres humanos, a la vez que anuncian y denuncian aquello que impide la paz, la justicia y el respeto.

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